The Power of the Tongue

I want to blog today about the power which resides in your tongue… 

We’ve all heard about the power of words and their perceived influence in what happens in our lives. I happen to think there is biblical evidence of this. The book of Proverbs says, “Those who control their tongue will have a long life; opening your mouth can ruin everything.” Controlling your tongue is more than just refraining from speaking negatively. It is more than knowing what to say and what to refrain from saying in certain circumstances. The right words can catapult you into your purpose, just like the wrong ones can keep you from it. When you open your mouth to speak, you must keep in mind that there is power in what comes out. Like the scripture suggests, speaking negatively can ruin everything. What you say can have a direct impact on how a financial situation develops. It can help one overcome an addiction or improve a medical diagnosis. The right spoken words can bring a child back from off course. The ability to effectively manage life’s issues is found in the power of our tongue through the words we speak.

In the book of Matthew, we learn about a morning when Jesus is returning to Jerusalem with His disciples. He was feeling hungry and to his delight, noticed a fig tree beside the road. Approaching the tree He realized it had no figs, but only leaves. In apparent disappointment, Jesus spoke to the tree and said, “May you never bear fruit again.” This gospel tells how the tree immediately withered up. In amazement, the disciples asked Him how this was possible. Jesus told them that they too could do the same. He even suggested that they could speak to a mountain and tell it to move, and it would. So, what does this mean? I think Jesus taught the disciples a valuable lesson, a lesson we should learn and apply to our lives. There is power in our words. Some may say, "Yeah, but that was Jesus." Read the passage again, and this time pay attention to the part where He tells the disciples, "You can do this too!"

In the Solomon islands, which are located in the western south pacific ocean, villagers practice a tree cutting ritual that illustrates this power. These islands are home to many tall trees, including the sweet chestnut and the white fig. When one of these trees poses an issue that requires its removal, a group of villagers surrounds it just at dawn and yells negative words at it for hours for a period of about thirty days. Interestingly, the tree ultimately dries out and falls over. It is said that the negative energy connected to the words being spoken to it damages its life energy and kills its spirit. Now I don’t know what the origin of these villagers’ ritual is, but it represents the power of words just like the lesson taught by Jesus. The Son of God Himself taught us that words can have the power to make humanly speaking impossible-things happen.

But don’t expect a magic spell-like result when you use your words to speak negativity or positivity. You don’t have to see it right away to have faith in the power of your words. Keep in mind that a similar fig tree story is  found in a different gospel (Mark), where Jesus curses a tree, but it is not until the next morning that the disciples witness its withering. Is it a contradictory story? No! I think it is God’s way of teaching us the same message while reminding us that while there may be times when we could see the fruit of our words happen immediately, other times it will not be so. There may be instances where we will have to wait to see the power of our words manifested. In the end, we know what our words can and will do because we got an example from our master.

So measure your words wisely. Start speaking blessings into your life and the lives of those around you. I believe and declare that the results will help you reach the fullness of your potential and allow you to live a long and productive life.

God bless,

Rich Bermudez


El Poder de la Lengua


Quiero escribir un blog hoy sobre el poder que reside en tu lengua... 

Todos hemos oído hablar del poder de las palabras y de su influencia percibida en lo que sucede en nuestras vidas. Creo que hay evidencia bíblica de esto. El libro de Proverbios dice: “Los que controlan su lengua tendrán una larga vida; Abrir la boca puede arruinarlo todo”. Controlar la lengua es más que simplemente abstenerse de hablar negativamente. Es más que saber qué decir y qué abstenerse de decir en determinadas circunstancias. Las palabras correctas pueden llevarte hacia tu propósito, al igual que las incorrectas pueden impedirte lograrlo. Cuando abres la boca para hablar debes tener presente que hay poder en lo que sale. Como sugiere la Escritura; hablar negativamente puede arruinarlo todo. Lo que diga puede tener un impacto directo en cómo se desarrolla una situación financiera. Puede ayudar a superar una adicción; mejorar un diagnóstico médico. Las palabras correctas pueden rescatar a un niño del camino correcto. La capacidad de gestionar eficazmente los problemas de la vida se encuentra en el poder de nuestra lengua a través de las palabras que pronunciamos.

En el libro de Mateo, aprendemos sobre una mañana en la que Jesús regresa a Jerusalén acompañado por sus discípulos. Tenía hambre y, para su deleite, vio una higuera al lado del camino. Al acercarse al árbol se dio cuenta de que no tenía higos, sino sólo hojas. En aparente decepción, Jesús le habló al árbol y le dijo: “que nunca más des fruto”. Este evangelio cuenta cómo el árbol se secó inmediatamente. Asombrados, los discípulos le preguntaron cómo era posible. Jesús les dijo que ellos también podían hacer lo mismo. Incluso sugirió que podían hablar con una montaña y decirle que se moviera, y esta lo haría. ¿Entonces, qué significa esto? Creo que Jesús les enseñó a los discípulos una lección valiosa. Una lección que debemos aprender y aplicar a nuestras vidas. Hay poder en nuestras palabras. Algunos pueden decir; Sí, pero ese era Jesús. Lee nuevamente el pasaje, y esta vez presta atención a la parte donde les dice a los discípulos; ¡Ustedes también pueden hacer esto!

En las Islas Salomón, situadas en el océano Pacífico sur occidental, los aldeanos practican un ritual de tala de árboles que ilustra este poder. Estas islas albergan muchos árboles altos, incluidos el castaño y el higo blanco. Cuando uno de estos árboles plantea un problema que requiere su eliminación, un grupo de aldeanos lo rodea justo al amanecer y le grita palabras negativas durante horas durante un período de unos treinta días. Curiosamente, el árbol finalmente se seca y cae. Se dice que la energía negativa conectada a las palabras que se le dicen daña su energía vital y mata su espíritu. Ahora no sé cuál es el origen del ritual de estos aldeanos, pero representa el poder de las palabras tal como la lección enseñada por Jesús. El propio hijo de Dios nos enseñó que las palabras pueden tener el poder de hacer pasar cosas que serian humanamente imposibles de suceder.

Pero no esperes un resultado parecido a un hechizo mágico cuando uses tus palabras para expresar negatividad o positividad. No es necesario que lo veas de inmediato para tener fe en el poder de tus palabras. Tenga en cuenta que una historia similar de la higuera se encuentra en un evangelio diferente (Marcos), donde Jesús maldice un árbol pero no es hasta la mañana siguiente que los discípulos presencian su marchitamiento. ¿Es una historia contradictoria? ¡No! Creo que es la manera en que Dios nos enseña el mismo mensaje y al mismo tiempo nos recuerda que, si bien puede haber ocasiones en las que podamos ver el fruto de nuestras palabras suceder de inmediato, pero otras veces no será así. Puede haber casos en los que tendremos que esperar para ver manifestado el poder de nuestras palabras. Al final, sabemos lo que nuestras palabras pueden y harán porque recibimos el ejemplo de nuestro maestro.

Así que mide tus palabras sabiamente. Comienza a hablar de bendiciones en tu vida y en la vida de quienes te rodean. Creo y declaro que los resultados te ayudarán a alcanzar la plenitud de tu potencial y te permitirán que vivas una vida larga y productiva.

Dios te bendiga,

Rich Bermúdez

1 Comment


Linda Couch - July 11th, 2024 at 12:48pm

The image of the island tree-felling is such a powerful illustration. Thank you for sharing. Bombardment with negativity from all sides - a destroyer of life. Repenting of a history a negative speaking...and thanking God for His Grace!